1️⃣ Usa harina de calidad
Opta por harina tipo 00 o mezcla con harina de fuerza (W280–W330). Cuanta mas proteina tiene la harina mas fuerza.
2️⃣ Pesa todo con precisión
Usa báscula digital — la pizza es pura química. ⚖️
3️⃣ Agua fría, no tibia
Retrasa la fermentación y ayuda a desarrollar mejor el gluten. 💧
4️⃣ Fermentación lenta
Deja reposar la masa en la nevera entre 24 y 72 horas. El sabor se multiplica. 🕒
5️⃣ Prueba el método de autólisis
Mezcla harina + agua y deja reposar 30 min antes de amasar: la masa se vuelve más elástica. 💪
6️⃣ Usa poolish o biga
Un prefermento aporta aroma, estructura y digestibilidad. 🌾
7️⃣ Amasa poco, reposa mucho
Menos esfuerzo, mejor textura. Deja que el tiempo haga el trabajo. ⏳
8️⃣ Haz pliegues durante el levado
Refuerza la red de gluten sin sobretrabajar la masa. 🔁
9️⃣ No pongas demasiada levadura
Con 0,1–0,2 % del peso de la harina es suficiente para fermentaciones largas. 🧡
10️⃣ Controla la hidratación
Empieza con 65–70 % (650–700 ml de agua por kilo de harina). Más hidratación = más aire y ligereza. 💧
11️⃣ Usa aceite de oliva de calidad
Aporta elasticidad y sabor a la masa. 🇮🇹
12️⃣ Deja que la masa respire
No la encierres herméticamente — un poco de aire evita que se acidifique. 🌬️
13️⃣ Estira con las manossi quieres una pizza con borde grueso estilo napolitano o con rodillo para una masa fina y grujiente
Así conservas las burbujas de aire del borde (cornicione). ✋
14️⃣ Hornea con base caliente
Usa piedra o acero para pizza y precalienta al máximo (250–300 °C en casa). 🔥
15️⃣ Dale un golpe de vapor o rocío al hornear, si cocinas con horno de leña no es necesario
Ayuda a que la base quede crujiente sin secarse. 💦




